Una serie de manifestaciones se realizaron este martes, en contra de las restrictivas leyes sobre esta materia que se han promulgado en las últimas semanas en varios estados del sur de los Estados Unidos. Movimientos de mujeres y organizaciones de derechos humanos se han movilizado en la defensa del derecho a abortar
Desde la costa oeste hasta el noreste del país, manifestantes a favor de la despenalización del aborto han decidido marchar porque desde los sectores más conservadores de la política norteamericana, puntualmente los republicanos, quieren que el tema sea tratado en la Corte Suprema, aunque ya hace 46 años se legisló en favor de este derecho.
“No es un juego: el acceso al aborto está en peligro, hoy tenemos que salir a la calle para defender nuestra libertad en asuntos reproductivos”, manifestó una de las organizaciones de derechos civiles y convocantes, ACLU. Así lo informó la agencia de Noticias Argentinas. Movimientos feministas fueron los principales organizadores de esta “jornada de movilización”.
El “cinturón bíblico”, como le llaman estos sectores a los estados sureños que se encuentran en contra del aborto y ya han legislado al respecto, prohibieron–así sea violación o incesto en el caso más restrictivo- que una mujer pueda interrumpir su embarazo. Georgia, Misuri, Misisippi y Alabama son algunos de los que aprobaron esta medida.
Una de las principales movilizaciones se dio en la capital, Washington, frente a la Corte Suprema, órgano que tendrá la última palabra si es que deciden llevar el tema a un plano nacional. Sin embargo, al estar Donald Trump en el poder, los republicanos tienen posibilidades y por ello quieren que sea tratado de nuevo.
El momento judicial más representativo en este país sobre el aborto se dio en 1973 con el caso de “Roe vs. Wade”. En aquel momento ganaron los movimientos de mujeres, al conseguir que se legalice el aborto, únicamente alrededor de las 24 semanas, es decir, mientras el feto no sea viable fuera del vientre.
La legislación contra el aborto en Alabama (la más severa), no solo afecta a la mujer, también a aquellos médicos que lo practiquen serán condenados con hasta 99 años de prisión. Trump, quien está en contra del aborto, ya ha colocado a dos nuevos magistrados conservadores en la Corte Suprema, inclinando un poco la balanza a su favor.